Zinc: ¿qué es y cuáles son sus propiedades?

De los oligoelementos esenciales para el ser humano, el zinc es el segundo más abundante en nuestro organismo, sólo por detrás del hierro. Sin embargo, la prevalencia de su deficiencia es sorprendente, ya que puede afectar hasta al 25% de la población en las sociedades en desarrollo y algo menos en los países desarrollados. Entre las propiedades más importantes del zinc destacan sus efectos sobre la resistencia a las infecciones, el estado de la piel y las hormonas. El zinc es un micronutriente que mucha gente ignora a la hora de configurar su dieta, y éste no es el enfoque correcto. En este artículo hablaremos de qué es exactamente el zinc y cómo nos ayuda. ¡Lee hasta el final!
¿Qué es el zinc?
El zinc es uno de los oligoelementos más importantes de nuestro organismo. Es esencial para el crecimiento y el desarrollo del organismo. Es el único metal que actúa como cofactor de más de 300 enzimas diferentes. Interviene en muchos procesos que constituyen la base de nuestro funcionamiento, como la síntesis del ADN y el metabolismo de los nutrientes.
En 1963, el Dr. Prasad demostró por primera vez la existencia de una carencia de zinc en el ser humano. Descubrió esta afección en pacientes que padecían hepatoesplenomegalia, enanismo, hipogonadismo y un mayor riesgo de infección. Desde entonces, los conocimientos sobre el zinc y su papel en el funcionamiento humano han empezado a evolucionar rápidamente.
El cuerpo de un ser humano adulto contiene aproximadamente entre 1,4 y 2,3 gramos de iones de zinc. Aproximadamente el 0,1% del suministro diario debe renovarse, es decir, asimilarse a partir de los alimentos. Aproximadamente el 85% del suministro total de zinc se encuentra en los músculos y los huesos. Otro 11% está en la piel y el hígado, y el resto se distribuye por todo el cuerpo, con concentraciones relativamente altas en los ojos y la próstata. La mayor parte de este zinc está unido a proteínas.
Las funciones biológicas del zinc se dividen en 3 categorías:
- catalítico
- estructural
- regulador
El papel catalítico significa que el zinc es esencial para la función de muchas enzimas. Estructural significa que se incorpora a muchas estructuras complejas, a menudo proteínas, y aumenta su estabilidad. Reguladora significa que, además de las funciones anteriormente mencionadas, el zinc modula la neurotransmisión sináptica y la señalización en las células.
La carencia de zinc es muy común en los países en vías de desarrollo y afecta hasta al 25% de la población. La causa es una composición dietética poco equilibrada en cuanto a la proporción de zinc aportado y los factores que impiden su absorción (ácido fítico). En los países desarrollados, las causas más comunes de la carencia de zinc son la edad avanzada, una dieta vegana mal equilibrada, el alcoholismo y las enfermedades intestinales y hepáticas.
Propiedades del zinc
De todos los oligoelementos necesarios para la salud, el zinc es probablemente el que posee las propiedades más variadas. Su presencia es percibida por muchos sistemas diferentes de nuestro organismo. A continuación se resumen sus efectos sobre algunos parámetros de la salud.
Zinc e inmunidad
Un sistema inmunitario eficaz es uno de los mayores beneficios de un aporte adecuado de zinc y, a menudo, el mayor incentivo para tomar suplementos durante el otoño y el invierno. El zinc se considera crucial para la eficacia de las respuestas inmunitarias.
Entre otras cosas, el zinc es responsable de la proliferación y diferenciación de las células inmunitarias. Tiene un gran impacto en la regulación de la respuesta inmunitaria y, en su forma libre, también tiene un efecto inhibidor directo sobre la replicación de muchos virus.
Los suplementos de zinc, especialmente en forma de pastillas, son algunos de los pocos remedios que han documentado su eficacia para acortar la duración de un resfriado.
El zinc y las hormonas masculinas
Necesitamos zinc para que nuestras hormonas sexuales funcionen correctamente. El zinc es importante tanto para hombres como para mujeres, pero en los hombres los beneficios parecen ser más amplios.
Este elemento regula las concentraciones hormonales a dos niveles, actuando sobre la producción de hormonas gonadotrópicas en el cerebro y actuando directamente en los testículos. Influye tanto en la síntesis de andrógenos como en la espermatogénesis. También cabe destacar su efecto sobre la actividad de la 5-alfa-reductasa, es decir, la enzima que convierte la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), gracias a lo cual el zinc inhibe los trastornos androgénicos típicos.
El zinc y la piel, el cabello y las uñas
El zinc es muy beneficioso para la salud de la piel. Para favorecer su estado, el zinc se utiliza tanto por vía oral (suplementos y una dieta equilibrada) como por vía dérmica en cosméticos adecuados. La carencia de zinc agrava los problemas de la piel y las uñas, aumenta la caída del cabello y dificulta la cicatrización de las heridas. Una gran parte de las publicaciones que exploran la relación entre el zinc y la piel se centran en su eficacia contra el acné. Existen datos muy prometedores al respecto.
La estimulación de la síntesis de colágeno es otra propiedad muy útil del zinc. La piel es el órgano con una de las concentraciones más elevadas de zinc y recurre en gran medida a sus propiedades.
El zinc y el cerebro
Durante el desarrollo y en la edad adulta, el zinc actúa como regulador de la actividad sináptica y de la plasticidad neuronal a nivel celular. Hay varias enfermedades neurológicas que pueden verse afectadas por cambios en los niveles de zinc. Entre ellas se encuentran los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades neurodegenerativas, las lesiones cerebrales traumáticas y la depresión. Por lo tanto, la deficiencia de zinc puede dar lugar a un deterioro de las funciones cognitivas y de aprendizaje y a un aumento del estrés oxidativo, mientras que la acumulación de zinc puede provocar neurotoxicidad y muerte de las células nerviosas.
Hay indicios de que el metabolismo del zinc está alterado en la enfermedad de Alzheimer y otras formas de neurodegeneración. Incluso a veces se indica que una homeostasis del zinc alterada es uno de los factores que contribuyen a aumentar el riesgo de padecer Alzheimer.
El zinc y la glándula tiroides
Entre las propiedades del zinc se encuentran su influencia en la síntesis de TSH, las hormonas tiroideas, el mantenimiento de la eficacia de sus receptores, la eficacia de la conversión de T4 en T3 y la producción de proteínas transportadoras.
La suplementación con zinc es una práctica muy común en diversos problemas de tiroides, especialmente en casos de hipotiroidismo. La carencia de zinc podría aumentar el estrés oxidativo, la atrofia del tejido tiroideo y los cambios degenerativos.
Zinc y envejecimiento
Existen varias propiedades por las que el zinc nos permite envejecer de forma más saludable y sin problemas. Entre ellas mencionaremos
- el control del estrés oxidativo
- influencia en el proceso de apoptosis celular,
- refuerzo del sistema inmunitario,
- el apoyo de las funciones neuroendocrinas,
- la posibilidad de mantener mejores capacidades cognitivas.
¿Qué suplemento de zinc elegir?
Es una muy buena práctica suplementar zinc junto con cobre en una proporción de 10:1. ¿Por qué? Estos dos minerales "expulsan" del organismo las reservas del otro. Si los suplementamos al mismo tiempo, evitaremos que se produzca un desequilibrio entre ellos.
Existen incluso suplementos ya preparados que contienen esta combinación en una cápsula. Esto hace que la suplementación sea más cómoda. Algunos ejemplos son Apollo's Hegemony Z-Balance Q y Jarrow Zinc Balance.
Sin embargo, si se sabe que sólo se necesita zinc y que la suplementación con cobre será innecesaria o indeseable, lo mejor es elegir un monopreparado. Aquí merece la pena prestar atención a su forma para que se absorba bien. Una buena elección es el diglicinato de zinc, también conocido como quelato de zinc.
Conviene recordar que el recambio de zinc en el organismo es dinámico y que es necesario suplementarlo a diario.
Resumen
La carencia de zinc afecta a una parte importante de la población. Su versatilidad en el organismo influye en el amplísimo perfil de efectos negativos derivados de esta carencia. La eficacia del sistema inmunitario, la producción de testosterona, la función tiroidea y cerebral, la calidad de la piel y mucho, mucho más dependen de la disponibilidad de zinc. Definitivamente, merece la pena prestar atención a unas buenas prácticas dietéticas que reduzcan el riesgo de deficiencia de zinc y a la posible suplementación con este elemento cuando surja la necesidad.
Fuentes:

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