Zinc y sistema endocrino: ¿cuáles son sus relaciones?

Muchos sistemas endocrinos dependen del zinc. Cuando falta, pueden surgir feas complicaciones en muchas hormonas. El zinc afecta a las hormonas sexuales, las hormonas tiroideas, la hormona del crecimiento, la insulina, la melatonina y muchas otras hormonas importantes. Por desgracia, las carencias de zinc son bastante frecuentes y no sólo en los países en desarrollo. Incluso en las sociedades desarrolladas, es posible experimentar trastornos endocrinos relacionados con la carencia de zinc cuando no prestamos atención al aporte de zinc en la dieta. En este artículo, exploraremos los efectos del zinc sobre la función de las hormonas individuales y los sistemas endocrinos del cuerpo humano. ¡Lea hasta el final!
- ¿Cómo afecta el zinc a las hormonas?
- El zinc como elemento masculino, es decir, efectos sobre la testosterona
- Zinc y hormonas tiroideas
- El zinc y el metabolismo de la insulina y el azúcar
- El zinc frente al neuropéptido Y y la leptina
- Zinc y melatonina
- ¿Cómo suplementar zinc para favorecer la salud hormonal?
- Resumen
¿Cómo afecta el zinc a las hormonas?
El metabolismo del zinc afecta a los niveles fisiológicos y bioquímicos de muchas hormonas. Por ello, los trastornos del crecimiento, el hipogonadismo y ciertas enfermedades endocrinas se han relacionado con la carencia de zinc. En términos de regulación hormonal, el zinc es muy versátil.
El zinc aumenta la síntesis de la hormona del crecimiento y el número de sus receptores, por lo que es un mediador importante en la unión de esta hormona a su receptor. El zinc, que se encuentra en grandes cantidades en el tejido pancreático, interviene en la regulación de la acción de la insulina. Interviene ampliamente en el metabolismo y la acción de las hormonas tiroideas. Los niveles bajos de zinc y altos de leptina en individuos obesos indican una relación crítica entre el zinc y la leptina. El zinc se ha relacionado con la actividad de las enzimas responsables de la síntesis de melatonina, y la melatonina tiene un efecto regulador sobre la absorción de zinc en el tracto gastrointestinal. El zinc también influye especialmente en el comportamiento
Dadas las relaciones anteriores, se supone que el zinc desempeña un papel clave en muchos sistemas endocrinos. A continuación haremos un repaso más detallado de las interacciones del zinc con los principales sistemas endocrinos.
El zinc como elemento masculino, es decir, efectos sobre la testosterona
El zinc está presente en casi todos los sistemas enzimáticos y desempeña un papel clave en el sistema reproductor masculino. Los hombres obtienen muchos beneficios de la presencia de zinc. Es necesario para la producción adecuada de testosterona y para el mantenimiento de la función normal de la próstata.
El vínculo con la masculinidad se encuentra en los inicios de la historia del zinc en la medicina. Las deficiencias de zinc en la dieta humana fueron descritas por primera vez por el Dr. Prasad en 1963. En aquella época, se sugirió que una deficiencia de zinc podría ser responsable del retraso del crecimiento y del hipogonadismo en varones adolescentes en Egipto. Se administraron suplementos de zinc a estos chicos durante un periodo de 12 a 24 meses, lo que dio lugar al desarrollo de caracteres sexuales secundarios, y se eliminaron tanto el hipogonadismo como el retraso del crecimiento. En todos los casos
El zinc afecta a las hormonas masculinas a dos niveles:
- regula la producción de hormonas gonadotrópicas (LH y FSH) en el cerebro;
- actúa directamente en el tejido testicular.
En algunos estudios, se puso de manifiesto un vínculo entre la disponibilidad de zinc y la producción de LH en la hipófisis, la hormona que transmite la señal del cerebro a los testículos para producir testosterona. La analogía es con la producción de FSH, la hormona que inicia la espermatogénesis. Así pues, en cierta medida, el zinc influye en****a fertilidad masculina. Se sabe que asegura la integridad de la membrana espermática, que aumenta la motilidad de los espermatozoides, el movimiento helezónico de la cola de los espermatozoides. El zinc aparece a menudo en la formulación de complementos alimenticios destinados a mejorar la fertilidad.
Además de su acción en los testículos , el zinc también interviene en la producción de andrógenos por las glándulas suprarrenales a través de la enzima convertidora de angiotensina (ECA).
El zinc afecta especialmente a la conversión de testosterona en dihidrotestosterona (DHT), ya que la 5α-reductasa que interviene en esta conversión es una enzima dependiente del zinc. Además, la carencia de zinc puede alterar la función de los receptores androgénicos, por lo que el efecto sobre los andrógenos es realmente polifacético.
Zinc y hormonas tiroideas
Las hormonas tiroideas desempeñan un papel importante en la homeostasis corporal, facilitando el metabolismo de los lípidos y la glucosa, regulando las adaptaciones metabólicas, respondiendo a los cambios en la ingesta de energía y controlando la termogénesis. El correcto metabolismo y funcionamiento de estas hormonas requiere la contribución de diversos nutrientes. Entre ellos se encuentra el zinc, cuya interacción con las hormonas tiroideas es compleja.
Existen muchas hipótesis para explicar el efecto del zinc en el metabolismo de las hormonas tiroideas. Los mecanismos por los que el zinc influye en la función tiroidea incluyen
- síntesis de hormonas de señalización en el cerebro (TRH y TSH),
- síntesis de hormonas tiroideas,
- eficacia de la conversión de T4 en T3,
- producción de proteínas transportadoras.
La carencia de zinc no sólo perjudica la tasa de síntesis de hormonas tiroideas, sino que también puede exacerbar la atrofia de este órgano y los cambios degenerativos. En este aspecto, la propiedad antioxidante del zinc es de gran importancia.
Se cree que el zinc es esencial para la función de los receptores de la hormona tiroidea, en particular de la triyodotironina (T3). El receptor de la hormona T3 necesita zinc para mantener su estado biológicamente activo. Al aumentar la producción de proteína fijadora de tiroxina, el zinc puede influir en los niveles de la hormona T4. También depende del zinc la deiodinasa tipo I-5', una enzima necesaria para la conversión de T4 en T3. En caso de carencia de zinc, la eficacia de la conversión de T4 en la hormona activa T3 disminuye significativamente.
Diversos estudios han observado que, estadísticamente, el hipotiroidismo se asocia más a la carencia de zinc y el hipertiroidismo, por el contrario, a un exceso de este elemento.
El zinc y el metabolismo de la insulina y el azúcar
La insulina se almacena en las células β del páncreas en forma de cristales que contienen zinc. El zinc no sólo está presente en la estructura de la insulina, sino que también tiene un efecto crítico en su actividad biológica. Las propiedades insulinizantes del zinc se ponen de manifiesto, entre otras cosas, por el hecho de que el control glucémico en diabéticos y animales se ha mantenido mediante la administración de suplementos de zinc. El zinc influye en el proceso de transporte de glucosa a la célula cooperando con la enzima aminopeptidasa sensible a la insulina (IRAP), que se expresa en el músculo y el tejido adiposo. La IRAP es esencial para el correcto funcionamiento del transportador de glucosa GLUT-4.
El zinc frente al neuropéptido Y y la leptina
Estas dos hormonas están muy implicadas en la regulación del apetito. El zinc afecta a ambas.
La pérdida de apetito y el deterioro de la percepción del gusto son algunos de los signos más característicos de la carencia de zinc. Esta carencia puede incluso predisponer al desarrollo de anorexia nerviosa. Aumentar la cantidad de zinc en la dieta con la ayuda de suplementos, entre otras cosas, es uno de los elementos que favorecen la recuperación y el aumento de peso. En la base de este efecto se encuentra muy probablemente un efecto sobre el neuropéptido Y, más concretamente sobre su secreción reducida, su conversión alterada a la forma activa y su señalización alterada.
Por otra parte, existe un vínculo entre el zinc y la leptina, una hormona conocida, entre otras cosas, por desencadenar la sensación de saciedad. En el estudio, se observó que la carencia de zinc inhibe de forma crítica la secreción de leptina del tejido adiposo, y los niveles de IL-2 y TNF-α mostraron una disminución significativa en paralelo a los niveles inhibidos de leptina. Se observó un aumento significativo de la secreción de leptina, así como un aumento significativo de las concentraciones de IL-2 y TNF-α, en los participantes en el estudio tras la administración de suplementos de zinc. La deficiencia de zinc, al disminuir la secreción de leptina e inducir resistencia a la leptina, puede predisponer a la obesidad.
Zinc y melatonina
La relación entre el zinc y la melatonina es muy cordial; se ayudan mutuamente. La melatonina facilita la absorción del zinc en el tracto gastrointestinal y el zinc ayuda a la glándula pineal a producir melatonina. En experimentos con roedores, se observó que la simple manipulación de la disponibilidad de melatonina tenía un efecto significativo sobre la cantidad de zinc en el organismo.
El zinc interviene en la síntesis de la serotonina, que es la "hormona de la felicidad", pero también un precursor de la producción de melatonina. Experimentos prácticos confirmaron que la suplementación con zinc aumentaba la tasa de síntesis de melatonina en la glándula pineal, mientras que la carencia de zinc provoca una disminución de la producción de esta "hormona del sueño".
Especialmente entre los deportistas, la práctica de tomar suplementos de zinc por la noche es popular, y el efecto sobre la síntesis de melatonina es probablemente uno de los factores que justifican esta práctica.
¿Cómo suplementar zinc para favorecer la salud hormonal?
La decisión de suplementar está bien relacionada con el estado dietético de base y la gravedad de los síntomas que podrían indicar una deficiencia de este elemento. Como medida sanitaria preventiva estándar, se toman de 10 a 15 mg de iones de zinc al día. En los casos que requieren una intervención más enérgica y una reposición más rápida de los niveles de zinc, a veces se utilizan dosis de 30-75 mg de zinc al día, y a veces superiores.
El zinc puede utilizarse como monopreparado o en complejo con cobre. La adición de cobre tiene por objeto facilitar el equilibrio entre los dos minerales. Existe una interacción específica entre ambos, ya que agotan mutuamente sus reservas. Utilizar zinc solo durante demasiado tiempo o en dosis demasiado elevadas aumenta el riesgo de carencia de cobre, lo que provoca problemas de salud adicionales.
Resumen
Los efectos del zinc sobre las hormonas son francamente impresionantes. La tiroides, las hormonas sexuales, la hormona del sueño, las hormonas reguladoras del apetito, la insulina, la hormona del crecimiento y el IGF-1 dependen de la disponibilidad de zinc. Aunque su cantidad total en nuestro organismo es de sólo unos gramos, su carencia no puede pasarse por alto. Un impacto tan amplio sobre la salud hace que, sin duda, merezca la pena vigilar el aporte de zinc en la dieta y complementarlo con suplementos adecuados si es necesario.
Fuentes:

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