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Probióticos: ¿cómo afectan al organismo?

Grafika przedstawiająca probiotyki w żołądku
10 Octubre 2024
Publicado por: Mateusz Durbas Leer más: 740 Comentarios: 0

El énfasis en la importancia de la microbiota intestinal en el mantenimiento de la salud y en la patogénesis de numerosas enfermedades crónicas (por ejemplo, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome del intestino irritable, trastornos psiquiátricos) hace que su modificación sea actualmente de gran interés. Los probióticos, los prebióticos, los simbióticos, los antibióticos y el trasplante (transferencia) de la microbiota intestinal influyen significativamente en su composición.

¿Qué son los probióticos?

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, ejercen un efecto beneficioso para la salud del organismo huésped. Los microorganismos con actividad probiótica incluyen, en particular, bacterias responsables de la producción de ácido láctico de los géneros Lactobacillus (por ejemplo, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei, Lactobacillus reuteri, Lactobacillus rhamnosus) y Bifidobacterium (por ejemplo, Bifidobacterium animalis, Bifidobacterium infantis, Bifidobacterium longum, Bifidobacterium breve). Cabe mencionar que la taxonomía de los microorganismos pertenecientes históricamente al género Lactobacillus cambió en abril de 2020 y ahora se utilizan los siguientes nombres para varias de las cepas mencionadas anteriormente: Lacticaseibacillus casei, Limosilactobacillus reuteri, Lacticaseibacillus rhamnosus. Otros microorganismos que tradicionalmente incluimos como probióticos son la levadura Saccharomyces boulardii.

Probióticos - propiedades

Conviene subrayar necesariamente que las propiedades de los probióticos dependen predominantemente de la cepa. Esto significa que los resultados de los experimentos realizados con una cepa concreta no pueden presentarse como pruebas fiables de la eficacia de otras cepas no verificadas de bacterias probióticas. Como ya se ha mencionado, no existe un único modo de acción común a todos los probióticos, pero en general podemos distinguir tres mecanismos de acción principales:

  1. Común a muchos géneros: producción de ácidos grasos de cadena corta, efecto sobre el tránsito intestinal, protección contra la colonización, normalización del microbioma, competencia con microorganismos patógenos, efecto sobre el aumento del intercambio de enterocitos (es decir, células epiteliales del intestino delgado).

  2. Comunes a las distintas especies bacterianas: estabilización de la barrera intestinal, producción de vitaminas (B1, B7, B9 y K), metabolismo de sales de ácidos biliares, antagonismo directo, actividad enzimática, neutralización de carcinógenos (es decir, carcinógenos externos).

  3. Específicos de la cepa: acción endocrina, acción neurogénica, modulación de la respuesta inmunitaria, producción de sustancias bioactivas específicas.

Aplicaciones de los probióticos

Las directrices de 2020 de la Asociación Americana de Gastroenterología para el uso de probióticos en enfermedades gastrointestinales seleccionadas sugierenla suplementación con las siguientes cepas de bacterias probióticas (sólo se incluyen las actualmente disponibles en Polonia):

  • Saccharomyces boulardii_ para prevenir la infección por patógenos
    Clostridium difficile en adultos y niños que toman antibióticos.
  • Una combinación de 8 cepas de bacterias probióticas (L. paracasei DSM
    24733, L. plantarum DSM 24 730, L. acidophilus DSM 24735, L.
    delbrueckii subsp. bulgaricus DSM 24734, B. longum DSM 24736, B.
    infantis DSM 24737, B. breve DSM 24732, S. thermophilus DSM 247) en
    adultos y niños en el tratamiento de la mucositis (pouchitis)
    (pouchitis).
  • L. rhamnosus GG ATCC 57103 y L. reuteri DSM 17938 para la
    prevenir la enterocolitis necrotizante (ECN) en lactantes prematuros.

Por el contrario, las directrices actuales de 2018 de la Sociedad Polaca de Gastroenterología sugieren el uso de cepas únicas de bacterias probióticas o mezclas de cepas probióticas de eficacia probada en el tratamiento del síndrome del intestino irritable (SII) para aliviar tanto los síntomas totales como la distensión abdominal y la diarrea. Entre los recomendados actualmente se encuentran:

  • Bifidobacterium infantis_ 35 624
  • Lactiplantibacillus plantarum_ 299v
  • Saccharomyces boulardii_ CNCM I-745

Probióticos: ¿son seguros?

En general, los probióticos se consideran seguros y bien tolerados, como lo demuestra su estatus GRAS (Generally Recognized As Safe) por parte de la Food and Drug Administration (FDA) de EE.UU. y su estatus de Presunción Cualificada de Seguridad (QPS) en los países de la Unión Europea. En general, se considera que los probióticos registrados como medicamentos o preparados farmacéuticos son de mucha mejor calidad que los registrados como complementos alimenticios. Existen en el mercado preparados con una sola cepa y con varias, pero no hay pruebas claras de que el uso exclusivo de preparados con varias cepas vaya a reportar beneficios terapéuticos y para la salud mucho mayores que los derivados del uso de preparados con una sola cepa.

Probióticos: ¿cuándo pueden ser perjudiciales?

Con el estado actual de los conocimientos, no cabe duda de que hay que tener especial cuidado a la hora de introducir una posible terapia probiótica en bebés prematuros, pacientes inmunodeprimidos y enfermos críticos en cuidados intensivos y aquellos con un catéter insertado en grandes venas. La administración de preparados que contienen cepas probióticas a través de una yeyunostomía también puede ser un factor de riesgo de efectos adversos derivados de su uso. También se han notificado en la literatura profesional varios casos de fungemia en individuos que recibieron Saccharomyces boulardii y de bacteriemia en individuos que recibieron bacterias probióticas. Sin embargo, a la luz de las pruebas científicas actuales, se considera que el riesgo de infección bacteriémica es esencialmente insignificante y que el consumo de preparados farmacéuticos probióticos de alta calidad en adultos sanos es completamente seguro.

Fuentes:

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    para la práctica clínica. Med. Prakt., 2017; 7-8: 19-37.
  • Rondanelli M, Faliva MA, Perna S, et al.: Using probiotics in
    la práctica clínica: ¿dónde estamos ahora? A review of existing
    meta-análisis existentes. Gut Microbes. 2017 Nov 2;8(6):521-543.
  • Khalesi S, Bellissimo N, Vandelanotte C, et al.: A review of
    suplementación probiótica en adultos sanos: ¿útil o exageración? Eur J
    Clin Nutr. 2019 Jan;73(1):24-37.
  • Stavropoulou E, Bezirtzoglou E.: Probióticos en medicina: un largo
    Debate. Front Immunol. 2020 Sep 25;11:2192.
  • Szajewska H.: El papel de los probióticos en la prevención y tratamiento de enfermedades del
    del tracto gastrointestinal según las directrices actuales. Med. Prakt., 2021;
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