NAC y salud hepática: ¿qué relación guardan?

El hígado es un órgano mucho más importante de lo que se cree. Interviene en los procesos metabólicos, la desintoxicación y la producción de componentes esenciales de la sangre. Al cuidar de la salud del hígado, cuidamos de todo el organismo. Cuando el hígado enferma, las consecuencias pueden ser fatales. Un factor importante en la patogénesis de las enfermedades hepáticas es el estrés oxidativo. Por ello, uno de los mejores antioxidantes para el hígado es la NAC, o N-acetilcisteína. En este artículo aprenderá cómo afecta la NAC a la salud del hígado y qué beneficios puede aportar su suplementación. ¡Lea hasta el final!
- Protección contra la insuficiencia hepática aguda
- La NAC y la enfermedad del hígado graso no alcohólico
- Resumen
Protección contra la insuficiencia hepática aguda
La insuficiencia hepática aguda es una afección en la que el hígado pierde rápidamente su eficacia a pesar de la ausencia de enfermedad previa del órgano. Las causas potenciales del fallo son muchas, al igual que las posibles complicaciones graves. Los síntomas de la insuficiencia hepática aguda pueden incluir ictericia, fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal y alteraciones de la conciencia. La NAC es una sustancia que ha sido bien estudiada precisamente en el contexto de esta afección.
Debido a la intoxicación por paracetamol
La NAC como antídoto para el daño hepático inducido por el acetaminofeno (paracetamol) se mencionó por primera vez en 1977 y se generalizó a mediados de los años ochenta. El metabolito reactivo y hepatotóxico del paracetamol (N-acetil-p-benzo-quinona) es desintoxicado por el glutatión hepático. Cuando las reservas naturales de glutatión son demasiado bajas en relación con el metabolito que se acumula, las células hepáticas se dañan y acaban muriendo. La NAC restablece los niveles de glutatión y contribuye a un mejor suministro de oxígeno al hígado estresado, evitando así daños irreversibles.
Tras una intoxicación por paracetamol, es esencial una respuesta rápida. La administración de NAC debe realizarse como muy tarde en las ocho horas siguientes a la dosis tóxica del fármaco. A continuación, se lleva a cabo todo el protocolo de administración intravenosa de NAC.
Por otros motivos
Puede tratarse de agentes como virus, fármacos, toxinas, hierbas medicinales y enfermedades autoinmunes. La NAC se ha utilizado en la intoxicación por hongos, la intoxicación por herbicidas(Paraquat), la intoxicación por cloroformo y en la protección contra la esteatosis causada por bifenilos policlorados (PCB) y otras intoxicaciones.
La eficacia se debe a razones similares a las de la intoxicación por paracetamol, pero la situación no es idéntica. En las intoxicaciones por sustancias distintas del paracetamol, la reposición de glutatión desempeña un papel menor, ya que la toxicidad no se debe al agotamiento de este antioxidante y los mecanismos exactos aún no se conocen del todo. Las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y vasodilatadoras son fundamentales. Se sospecha que la NAC tiene un efecto beneficioso en esta situación al optimizar el aporte de oxígeno y mejorar la hemodinámica sistémica. La NAC reduce la mortalidad y acorta la duración media de la estancia hospitalaria.
La NAC y la enfermedad del hígado graso no alcohólico
Este trastorno afecta hasta a un 25% de la población y puede dar lugar a patologías graves como la fibrosis hepática. Existen pruebas de que la NAC puede bloquear la acumulación de lípidos en el hígado y aportar beneficios terapéuticos en la prevención de las complicaciones metabólicas que se producen en la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA). También se ha observado que la NAC reduce marcadores proinflamatorios como la IL-6 y la IL-1β, el TNF-α y el NF-κB.
Un estudio clínico demostró que la administración oral de NAC (600 mg cada 12 h) durante tres meses producía una reducción de los niveles de alanina transaminasa (ALAT) y del tamaño del bazo en el grupo suplementado con NAC en comparación con los pacientes que recibían vitamina C. El estudio sugiere que una reducción de la infiltración grasa puede estar asociada a una reducción del bazo y que un seguimiento más prolongado de estos individuos puede dar lugar a mejores resultados.
La eficacia se debe principalmente al efecto antioxidante y a la atenuación de la peroxidación lipídica. Así lo confirman la mayoría de los estudios preclínicos y varios ensayos clínicos, pero aún son necesarios ensayos clínicos más amplios para una confirmación completa.
Resumen
La NAC favorece la función general garantizando una mejor disponibilidad de los ladrillos para construir el glutatión hepático, pero en casos específicos también puede proteger contra afecciones hepáticas agudas y muy peligrosas, por ejemplo tras una intoxicación con paracetamol u otras toxinas. Las propiedades hepatoprotectoras de la NAC han dado a esta sustancia un reconocimiento excepcional en el mundo médico y farmacéutico.
Fuentes:

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