Ácidos omega 3 y salud cardiaca: ¿qué relación guardan?

Las enfermedades cardiovasculares son una de las causas más frecuentes de muerte. El progreso de la civilización nos ha hecho la vida mucho más fácil, pero para muchas personas ha aumentado el riesgo de padecer enfermedades cardíacas debido a la fácil disponibilidad de alimentos muy procesados y poco saludables y a la reducción de la actividad física. Uno de estos problemas de la civilización es la reducción del consumo de pescado y marisco y, en consecuencia, la menor disponibilidad de ácidos grasos antiinflamatorios omega 3. La inflamación crónica es una de las causas más importantes de las enfermedades cardiovasculares. Averigüemos exactamente cómo afectan los ácidos grasos omega 3 al corazón y los beneficios de una suplementación adicional.
- ¿Cómo afectan los ácidos omega 3 a la salud del corazón?
- ¿Qué suplementos de omega 3 utilizar para la salud del corazón?
¿Cómo afectan los ácidos omega 3 a la salud del corazón?
Los ácidos omega 3 (EPA y DHA) tienen efectos antiinflamatorios e intervienen en el estrés oxidativo y mejoran la función celular a través de cambios en la expresión génica. Hay muchas publicaciones disponibles en bases de datos médicas sobre los efectos de los omega 3 en la salud del corazón. Aunque no todas indican claramente beneficios, sigue habiendo muchos informes muy positivos que sugieren que merece la pena asegurar un aporte suficientemente alto de estos ácidos grasos en la dieta diaria.
¿En qué pueden ayudar concretamente los ácidos grasos omega 3?
- Consumir 2 g de EPA y DHA al día ayuda a mantener niveles normales de triglicéridos en sangre;
- El consumo de 3 g de EPA y DHA al día ayuda a mantener una presión arterial normal;
- los ácidos EPA y DHA de tan sólo 250 mg al día contribuyen al funcionamiento normal del corazón.
A continuación examinaremos por qué mecanismos los ácidos grasos omega 3 contribuyen al sistema cardiovascular y cuáles son los hallazgos científicos al respecto.
Efectos sobre la inflamación
Los marcadores de inflamación, como la proteína C reactiva (PCR), el TNFα y ciertas interleucinas (IL-6, IL-1), se correlacionan con una mayor probabilidad de sufrir un incidente cardiovascular. Los indicadores inflamatorios, como la IL-6, estimulan la síntesis de PCR en el hígado, y los niveles elevados de PCR se asocian a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Un estudio de 89 pacientes demostró que los que tomaban suplementos de ácidos grasos omega 3 (EPA y DHA) presentaban una reducción significativa de los niveles de PCR con una alta sensibilidad (66,7%). El mismo estudio mostró también una reducción significativa de los títulos de anticuerpos contra la proteína de choque térmico 27 (57,69%), que se ha demostrado que se sobreexpresa en las células miocárdicas cuando vuelve el flujo sanguíneo tras un periodo de isquemia y podría tener un efecto cardioprotector.
Efectos sobre la epigenética
En un estudio en el que se analizaron muestras de sangre humana, la ingesta de EPA y DHA alteró la expresión de hasta 1040 genes, incluida una reducción de la expresión de genes implicados en vías inflamatorias y relacionadas con la aterogénesis, como la señalización del factor de transcripción nuclear κB (NF-κB), la síntesis de eicosanoides, la actividad de los receptores scavenger, la adipogénesis y la señalización de la hipoxia.
Otros beneficios cardiacos observados en estudios
En algunos estudios se han observado algunos beneficios de la suplementación con omega 3 tras un IM. El EPA y el DHA se han asociado a un menor riesgo de eventos coronarios recurrentes y muerte súbita tras un infarto agudo de miocardio, así como a una menor incidencia de eventos de insuficiencia cardiaca.
La administración de suplementos de EPA en pacientes con alteración del metabolismo de la glucosa mostró una incidencia significativamente menor de episodios coronarios graves de 0,78 en comparación con los pacientes con alteración del metabolismo de la glucosa que no tomaban EPA. Esto demuestra que el EPA reduce significativamente el riesgo de eventos coronarios mayores.
Se ha demostrado que la suplementación con EPA y DHA mejora la función endotelial en pacientes con enfermedad arterial periférica al reducir los niveles plasmáticos de trombomodulina soluble (mediana 33,0 µg/l -> 17,0 µg/l) y mejorar la dilatación dependiente del flujo en la arteria braquial (6,7% -> 10,0%). Los pacientes con arteriopatía periférica que recibieron suplementos de EPA presentaron un riesgo significativamente menor de incidentes coronarios graves en comparación con los pacientes que no tomaron EPA.
¿Qué suplementos de omega 3 utilizar para la salud del corazón?
En este caso, sin duda merece la pena elegir suplementos que sean una combinación de EPA y DHA, y es preferible que el EPA sea mayor que el DHA. El ácido eicosapentaenoico tiene un mayor efecto en los procesos antiinflamatorios, y éste es uno de los mecanismos más importantes por los que los omega 3 ayudan al sistema cardiovascular.
Al elegir el suplemento de Aceite de Pescado Ultra de Apollo's Hegemony, con cada cápsula aportas nada menos que 500 mg de EPA y 250 mg de DHA. Para este suplemento también hay disponibles informes de pruebas del índice TOTOX (determina la frescura de la grasa) y del perfil de ácidos grasos (confirma que el contenido de las cápsulas coincide con la información de la etiqueta).
¿Qué hay de la dosificación? La mayoría de los beneficios para el corazón se revelan con dosis de 2 g al día y superiores de EPA y DHA totales, con un límite máximo de 5 g al día. Para el suplemento AH Ultra Fish Oil, la dosis diaria óptima es de 3 cápsulas.
Fuentes:

Magnesio y sistema cardiovascular: ¿cuál es la relación?
